La soberanía alimentaria: ¿qué es y cuáles son sus claves?

La soberanía alimentaria: ¿qué es y cuáles son sus claves?

Conoce cuáles son las claves de la soberanía alimentaria y por qué es necesario cambiar el modelo alimentario para frenar la crisis climática.

La soberanía alimentaria hace referencia al derecho que tienen los pueblos a decidir y elegir su propio sistema alimentario y productivo. En líneas generales, esto implica que las personas tengan acceso a la toma de decisiones sobre qué quieren consumir, cómo acceden a esos alimentos y en qué condiciones se producen.

De esta manera se propicia un sistema alimentario más sostenible, más lógico y de proximidad para todos los implicados en la cadena, garantizando precios más justos en todas sus fases: producción, distribución, comercialización y consumo.

En este artículo conocerás cuáles son las claves de la soberanía alimentaria y por qué es necesario cambiar el modelo alimentario para frenar la crisis climática.

La soberanía alimentaria y los ODS: una relación estrecha

Según el Índice de desperdicio de alimentos (PNUMA, 2021), en el mundo se despilfarran 931 millones de toneladas de alimentos cada año.

En 2020, solo en los hogares españoles se tiraron 1364 millones de kilos de alimentos a la basura, de los cuales más del 80 % fueron alimentos que no se llegaron a consumir.

Mientras se tira comida, alrededor de 821 millones de personas en el mundo están subalimentadas, es decir, una de cada nueve personas padecen privación crónica de alimentos.

Además, la FAO prevé que en 2050 la población mundial aumentará a casi 10 000 millones de personas.

Alcanzar el segundo reto de los ODS constituye uno de los mayores desafíos de este siglo.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la soberanía alimentaria están especialmente alineados, ya que esta última contribuye de manera directa o indirecta en las 17 metas que se plantean.

Con especial énfasis, este modelo persigue alcanzar el segundo objetivo “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible».

Sin embargo, ante estos hechos podemos afirmar que alcanzar este reto será uno de los mayores desafíos de este siglo.

Para cumplir con este objetivo es necesario llevar a cabo una profunda reforma del sistema agroalimentario mundial hacia un modelo de consumo resiliente y sostenible.

Conoce la futura Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, una norma pionera en España que tiene como objetivo reducir el desaprovechamiento de alimentos sin consumir que se tira a la basura.

Diferencias entre seguridad alimentaria y soberanía alimentaria

Durante la década de los 70 se acuñó el concepto seguridad alimentaria para hacer referencia al derecho que tienen las personas a la disponibilidad, salubridad, inocuidad y carácter nutritivo de los alimentos.

En concreto, la FAO lo define como el derecho al acceso físico y económico a suficiente alimento, seguro y nutritivo, para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias con el objeto de llevar una vida activa y sana.

Posteriormente, durante el Foro Mundial por la Seguridad Alimentaria (1996), la organización Vía Campesina introdujo una serie de condicionantes a la seguridad alimentaria. El encuentro culminó con la creación del término que hoy conocemos como soberanía alimentaria.

La soberanía alimentaria identifica de dónde provienen los alimentos y las condiciones en las que se producen y distribuyen.

Si bien los dos conceptos están íntimamente relacionados, la soberanía alimentaria da un paso más. Este identifica de dónde provienen los alimentos, las condiciones en las que se producen y la manera en la que se distribuyen. Además, la soberanía alimentaria implica:

Los seis pilares de la soberanía alimentaria

Durante el Foro para la Soberanía Alimentaria de Nyéléni la organización Food Secure Canada (2007) identificó los pilares clave sobre los que se fundamenta este modelo:

  1. Se centra en alimentos para los pueblos. Pone la necesidad de alimentación de las personas en el centro de las políticas e insiste en que la comida es algo más que una mercancía.
  2. Pone en valor a los proveedores de alimentos. Apoya modos de vida sostenibles y respeta el trabajo de todos los proveedores de alimentos.
  3. Localiza los sistemas alimentarios. Reduce la distancia entre proveedores y consumidores de alimentos. Además, rechaza la competencia desleal y la dependencia de corporaciones remotas.
  4. Sitúa el control a nivel local. Devuelve los lugares de control a los proveedores locales de alimentos y rechaza la privatización de los recursos naturales.
  5. Promueve el conocimiento y las habilidades. Se basa en los conocimientos tradicionales y utiliza la investigación para transmitir este conocimiento a generaciones futuras.
  6. Es compatible con la naturaleza. Maximiza las contribuciones de los ecosistemas, mejora la capacidad de recuperación y rechaza el uso de métodos intensivos.

La autosuficiencia en Canarias: un elemento clave

En Canarias, nuestra condición de región ultraperiférica nos hace más vulnerables ante los efectos de la crisis climática.

Cada vez se nota más el incremento de las temperaturas, el aumento de incendios forestales, la subida del nivel del mar, los vientos fuertes y las calimas extremas, aumentando la vulnerabilidad

En este contexto, la soberanía alimentaria y la producción ecológica son grandes aliadas en la lucha contra el cambio climático. Esta última, además, con grandes beneficios para nuestro organismo.

Cuando consumimos alimentos ecolocales, alimentarnos mientras cuidamos nuestra tierra es posible.