DETRÁS DE LOS ALIMENTOS

DETRÁS DE LOS ALIMENTOS

7 historias, 7 productos, 7 islas

A través de estas historias queremos identificar y transmitir las motivaciones que tienen tanto productores como consumidores para valorar positivamente los productos ecológicos.

Tradicionalmente la imagen del consumidor y productor ecologista se asocia a la del “soñador y protector de la naturaleza”, y la del agricultor y ganadero principalmente a “hombres de campo y de edad avanzada”.

Consideramos fundamental mostrar un cambio generacional, por lo que nuestros y nuestras protagonistas son jóvenes emprendedores y mayormente mujeres. Además, el entorno refleja que detrás hay una inversión de capital, de innovación o que nos encontramos en un entorno paisajístico cuidado.

Cabe destacar que el sector primario es en la mayoría de los casos vocacional. Queremos transmitir el amor y las razones que han motivado a los productores y las productoras a adoptar un estilo de vida tan sacrificado. Para ello, entramos en la intimidad de cada protagonista y mostramos una jornada en su rutina de trabajo, desde que se despierta hasta que el producto llega al punto de venta. Siete historias de aproximadamente un minuto: cada historia trata un producto diferente; cada historia sucede en una isla diferente; y cada historia gira en torno a una temática concreta.

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La Zanahoria

Gran Canaria

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Carnicería El Pinar

El Hierro

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José María Alba

Fuerteventura

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Granja La Atalaya

Lanzarote

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Bodega La Viñarda

La Palma

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Hotel Finca El Cabrito

La Gomera

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Buscándome las habichuelas

Tenerife

La Zanahoria

Su historia:

“La situación vivida durante la pandemia ha dado pie a que mucha gente necesitase volver a conectar con el medio rural… Preocuparnos por lo que comemos, aprender a valorar la calidad de nuestros productos…

Nosotros comenzamos con la venta ambulante y el reparto a domicilio y, poco a poco, fuimos invirtiendo y abrimos la primera tienda ecológica de Gran Canaria. Lo único que buscamos los productores es llevar una vida digna trabajando en lo que amamos. Tenemos que tener unos márgenes razonables de beneficio y que a su vez no se encarezca el producto al consumidor final.

Los pequeños productores ecológicos no podemos competir con los mismos volúmenes de producción en masa, pero lo que sí podemos es garantizar que entre la cosecha y tu cocina pueda pasar menos de una hora.

Mediante tu propio consumo, cuidas el paisaje agrícola y ayudas a que exista variedad. Hay que luchar por el producto local y de temporada… y descubrir que detrás de la fruta que compras, hay una historia. Nosotros invitamos a la gente a que nos visite y descubra el cariño que le ponemos a lo que hacemos”.

Dónde:

Santa Brígida – Gran Canaria

Protagonista:

Rosa Campos

Carnicería El Pinar

Su historia:

“Desde que nací, siempre ha habido vacas en casa. Siempre he estado rodeado por animales. Nuestros animales caminan libremente por el campo, se alimentan de la hierba que allí crece… Están sanas y tienen mucho espacio al aire libre. Este tipo de condiciones se notan en el sabor y el color de la carne. Esto no es nada novedoso, al contrario, es como siempre se ha hecho.

Nosotros tenemos una empresa familiar donde mi hijo hace la labranza, mi mujer atiende la carnicería y yo me encargo de cuidar del ganado.

Por suerte, gracias a la carnicería, controlamos la distribución y podemos fijar un precio. Así evitamos que se especule con el precio, y nuestra carne, pese a ser ecológica, se vende a un precio similar a la de una explotación convencional.

Hoy en día se ha perdido completamente el contacto con el origen de lo que comemos. Compras un filete envasado y es difícil imaginar cómo vivió ese animal y qué historia hay detrás de ese producto.

En una isla como El Hierro, obviamente, no podemos competir en volumen con grandes explotaciones, por eso tenemos que centrarnos en la calidad de nuestros productos. Desde luego que la ganadería es un trabajo sacrificado y no es fácil, pero se puede vivir de ella y, al mismo tiempo, ser sostenible con todo lo que te rodea”.

Dónde:

El Pinar – El Hierro

Protagonista:

Paco Febles

José María Alba

Su historia:

“Todo empezó con el olivo. Yo vengo del mundo de las telecomunicaciones, pero me di cuenta de que lo que me hacía feliz era trabajar con mis manos…, volver a lo más básico… Cuidar de mi salud y de la de mi familia.

Es curioso cómo encontré la motivación en un paraje con tanta dificultad para producir. El suelo es lo más importante que tenemos en la finca. Nosotros hemos utilizado una mezcla de materia orgánica y fibra, las cuales no solo no contaminan los suelos, sino que mejoran su capacidad de retención de líquidos y evita la desertificación.

Además, el problema de la sobreutilización de químicos sobre los suelos es que corremos el riesgo de que la tierra pierda su fertilidad. Evidentemente, tenemos que explotar la tierra para poder comer, pero tenemos que encontrar el equilibrio entre producción y sostenibilidad.

El cambio climático es algo que nos afecta directamente a los canarios. En Fuerteventura tenemos un gran problema con el agua. El agua es cara y encarece el coste de producción. Vivimos en unas islas con escasez de lluvias.

Mi intención es que esta tierra pase de mis manos a la próxima generación en las mejores condiciones posibles. Creo que es el pensamiento que debemos tener siempre en mente a la hora de tomar decisiones, y decidir de qué manera elegimos producir”.

Dónde:

Llanos de la Concepción- Fuerteventura

Protagonista:

José María Alba

Granja la atalaya

Su historia:

“Esta granja fue fundada por mi padre, y desde pequeño siempre hemos estado rodeados por animales. Mi padre nos enseñó a tener una relación de respeto con los animales… Tenemos una relación simbiótica… Ellos dependen de nosotros y nosotros de ellos.

Siempre hemos producido en ecológico. No por modas o tendencias, sino porque mi padre entendió que nuestra propia salud era lo más importante. Aquí controlamos todo el proceso, cultivamos el forraje de los animales… Criamos y ordeñamos los animales, elaboramos nuestros productos y también, controlamos la distribución.

Desde luego que este trabajo no es para todos. Este es un trabajo muy sacrificado. Los animales comen los 365 días del año. Los jóvenes ya no estamos conectados con el medio rural y si no lo cuidamos, es muy fácil que se pierdan tradiciones y productos que llevan con nosotros toda la vida.

Llegará un momento en el que mi padre se jubile, que nos toque a sus hijos tomar las riendas de la granja. Toda nueva generación siempre quiere hacer las cosas mejor que la anterior, y también es nuestra responsabilidad trabajar por hacer las cosas mejor cada día y garantizar un futuro para las generaciones venideras”.

Dónde:

Haría – Lanzarote

Protagonista:

Tino Martínez

Bodega la Viñarda

Su historia:

“Aquí en Puntagorda tenemos el privilegio de la altitud. Su humedad y frío ayudan a prevenir enfermedades que se dan en otros lugares. Tenemos un ciclo cerrado en el que aprovechamos el excedente de la producción para abonar la tierra, y la gran biodiversidad que tiene la finca ayuda a proteger la parra.

Nosotros cultivamos una variedad local llamada Alvillo Criollo. Mantener este tipo de variedades es muy importante y no debemos apostar solo por la variedad o el sistema de cultivo más rentable, ya que nos estaríamos perdiendo una gran cantidad de sabores simplemente porque no son tan productivos, o porque no crecen tan rápido.

Un ejemplo claro lo tenemos con la papa canaria. Todos los canarios estamos orgullosos de la gran diversidad que hay. Tenemos que preservar lo que tenemos y apostar por la diversidad. Acostumbrarnos a probar y a demandar nuevos sabores, y entender el valor que existe en lo diferente.

Tenemos que volver a conectar con el consumidor y que la gente aprenda a apreciar todo lo que tenemos a nuestro alrededor”.

Dónde:

Puntagorda – La Palma

Protagonista:

José David Rodríguez

Hotel Finca Ecológica el Cabrito

Su historia:

“La Finca es el jardín del hotel. No un simple jardín de flores y esculturas; es un jardín productivo, que nos da de comer.

Yo soy bióloga y desde pequeña he estado rodeada por la agricultura. Cuando llegamos a La Gomera en 1992, la agricultura ecológica no era nada conocida. Pero vine con la idea de poner en práctica todo lo que había aprendido.

Nos encontramos con este precioso valle, en un lugar aislado donde solo se puede acceder por barco o a pie. Pensamos en cómo transformar las dificultades de la finca en una ventaja para atraer un turismo que supiera apreciar otra manera de consumir y cultivar. Que valorase la comida sana y fresca.

Hoy en día estamos cerca de la autosuficiencia. Tenemos animales de los que obtenemos la leche que abastece al hotel, y el abono que necesita nuestro suelo. Hacemos una previsión de la ocupación que vamos a tener y, en base a ello, preparamos el menú. Un bufet sencillo con comida procedente de nuestra huerta.

Como sociedad tenemos que trabajar de una manera más sostenible. Proyectos de economía circular, como este, son posibles. Son rentables y ayudan al desarrollo de la economía local”.

Dónde:

Playa del Cabrito – La Gomera

Protagonista:

Brigitte Dedies

Buscándome las habichuelas

Su historia:

“Cuando compras un producto ecológico y local no solo estás pensado en cuidar de tu salud, también le estás dando una oportunidad a una persona del entorno.

Puede que sea algo utópico, pero creemos en una sociedad mejor…, más justa y solidaria. La forma que nosotros hemos encontrado para hacerlo es este proyecto. Aquí le ofrecemos una oportunidad a las personas…, las formamos… Les damos un salario digno…, aprenden un oficio y les damos las herramientas para que tengan un proyecto de futuro.

No hace falta explotar a las personas y buscar siempre el máximo beneficio. También es posible realizar tu actividad y crear una sociedad más sostenible. Nosotros plantamos, recogemos y distribuimos frutas y hortalizas… Trabajamos con EcoComedores y aprovechamos el excedente de la producción con un servicio de cáterin. La agricultura es muy sacrificada, difícil, y requiere de mucha dedicación. Pero también es social… Trabajas con tus manos, codo a codo con tus compañeros, y siempre tienes al lado a gente en la que apoyarte.

Todo este tipo de cosas ayudan a darle sentido a nuestro proyecto. Sin duda, merece la pena el esfuerzo, y todos debemos luchar por preservar el entorno y la sociedad en la que vivimos”.

Dónde:

La Laguna -Tenerife

Protagonista:

Laura Quintero