Nutrientes y emociones: dos dimensiones de la alimentación sana I

Plato hondo con verduras (col, brócoli, zanahorias, cebollas, patatas, tomates y pimientos) en manos de una persona.

Nutrientes y emociones: dos dimensiones de la alimentación sana I

¿Cuáles son los principales nutrientes que debemos obtener de los alimentos? Conócelos para mejorar el funcionamiento de tu organismo.

Los alimentos que consumimos contienen nutrientes que son imprescindibles para que nuestro cuerpo funcione correctamente. ¿Cuáles son los principales nutrientes que debemos obtener de los alimentos?

Los alimentos que consumimos contienen nutrientes que son imprescindibles para que nuestro cuerpo funcione correctamente. Es por eso que conocer cuáles son, qué función tienen y de dónde vienen es tan importante.

De acuerdo con el Estudio de proyección de la producción ecológica, en 2020 se registró un incremento significativo del consumo de productos ecológicos en España. Esto indica la creciente inquietud de la ciudadanía por la alimentación sana y consciente, no solo por los beneficios que proporcionan a las personas sino también al medio ambiente.

¿Qué nutrientes debemos consumir para una alimentación equilibrada?

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define ‘nutrientes’ como «sustancias químicas contenidas en los alimentos que se necesitan para el funcionamiento normal del organismo». Las proteínas, los hidratos de carbono, las grasas, los minerales, las vitaminas y el agua son nutrientes que el mismo organismo no puede producir y deben ser aportados. Esto sucede porque cada uno de ellos cumple una función particular en el cuerpo humano.

Las proteínas, los hidratos de carbono, las grasas, los minerales, las vitaminas y el agua son nutrientes

Para conseguir una alimentación equilibrada es indispensable consumir una cantidad y combinación de alimentos que cubra los requisitos nutricionales necesarios para el funcionamiento óptimo de nuestro cuerpo.

A la hora de confeccionar nuestra lista de la compra debemos tener en cuenta la calidad de los alimentos, sus efectos sobre la salud y la manera de producir, elaborar, comercializar y consumir el producto.

De igual forma, también se podrán evaluar otros elementos externos, como son los aspectos socioeconómicos y medioambientales vinculados al mismo.

Sin embargo, existen muchos factores que afectan en la selección de alimentos que configuran nuestra dieta, tales como:

  • La disponibilidad territorial.
  • Las políticas y regulaciones de cada región.
  • El poder adquisitivo de los consumidores.
  • La educación.
  • El gusto.
  • El apetito.
  • Las tradiciones.
  • Los mitos.
  • Y la publicidad, entre otros.

El consumo de alimentos ecológicos para una dieta sana y sabrosa

La agricultura ecológica se basa en tres principios fundamentales:

  1. Prescindir de productos químicos no autorizados.
  2. Impactar de manera positiva en la biodiversidad.
  3. Favorecer el enriquecimiento de la estructura y la fertilidad del suelo.

De este modo, podríamos decir que el modelo agroecológico busca la salud del suelo, de los agricultores y de los consumidores.

La agroecología busca la salud del suelo, de los agricultores y de los consumidores

Muchos son los beneficios de este modelo:

  • Son más saludables, al estar libres de residuos tóxicos procedentes de sustancias químicas (como los nitratos y los residuos de pesticidas).
  • Tienen un contenido más elevado de materia seca.
  • Están exentos de modificación genética.
  • Están libres de residuos de medicamentos, en concreto de antibióticos.
  • Se producen mediante técnicas respetuosas con el entorno y contribuyen a reducir la contaminación ambiental.
  • Respetan el bienestar animal.
  • Son más ricos en vitaminas (especialmente, la vitamina C) y están más equilibrados en proteínas, oligoelementos y minerales (como el hierro, el magnesio o el calcio, entre otros).

En definitiva, el modelo ecológico no solo aporta alimentos de mayor calidad y más sabrosos sino que, además, «puede contribuir a reducir los costos de salud y cambio climático para 2030, porque los costos ocultos de estas dietas son menores en comparación con los de los patrones de consumo actuales» FAO (2021).

La nutrición ecológica: un nuevo concepto de especialización holística

A partir de 2019 se empezó a utilizar el concepto de ‘nutrición ecológica’ en las revistas científicas. Según Raigón (2021) esta rama se encarga de estudiar la nutrición «desde un ámbito holístico, que considera todos los eslabones del sistema alimentario y, por lo tanto, considera dentro del estudio los aspectos de salud, los aspectos medioambientales y los aspectos sociales que repercuten en el modelo alimentario».

Al mismo tiempo que van apareciendo nuevos conceptos, la conciencia ecológica de los consumidores va aumentando significativamente, asumiendo valores y creencias a favor del entorno.

Aún así, todavía es preciso asumir una mayor movilización de la población (Huertas y Corraliza, 2017), así como promover un conocimiento reflexivo acerca de los alimentos que consumimos cotidianamente.

Haz clic aquí para ver la Parte 2: Emociones para una alimentación sana